Como cristianos bautizados, miembros de la Iglesia,
nuestro principal trabajo es el de procurar siempre estrechar nuestra unión con
Nuestro Señor Jesucristo? , En este sentido, debemos plantearnos la siguiente
pregunta: ¿en qué me favorece la devoción que tengo a José Gregorio Hernández
para amar más a Jesucristo? Siguiendo las orientaciones que la Iglesia nos
ofrece, podemos responder dando las siguientes recomendaciones
A) Conocer. Meditar e imitar las virtudes que
adornaron la vida del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros. Al declararlo Venerable,
el 16 de Enero de 1986,la Iglesia lo presenta como ejemplo del cumplimiento de
las virtudes de fe, esperanza y caridad, en grado heroico. Por esto, un aspecto
de la Devoción al Venerable es saber cómo ejerció sus virtudes, reconociendo en
ella su amor a Jesucristo Nuestro Señor ,y luego seguir su ejemplo como regla
de vida que nos ayudará a conseguir la
santidad, a la que estamos llamados todos los bautizados.
B) Confiar en él como intercesor ante Nuestro
Señor Jesucristo, pidiéndoles aquellas gracias
que sirvan, no para satisfacer caprichos egoístas, sino para reafirmar,
antes el mundo, la Gloria de Dios. El único medio que tenemos para acudir a esa intercesión es la oración
privada, personal y directa con el Venerable Dr. Hernández, Por eso no se concibe la realización de acto de superstición
Y espiritismo, ni el acudir a médiums. En
Venezuela , los fieles observan consecuentemente| esta norma; pero hay lugares
en Latinoamérica donde todavía se debe excluir todo tipo de prácticas
ocultistas asociadas al Dr. José Gregorio Hernández ...
Normas prácticas
Como el Dr. José Gregorio Hernández aún no ha
sido declarado beato, no podemos rendirle culto público. 2) Eso se traduce en
la prohibición que hace la Iglesia de colocar su imagen en los Templos, ofrecer
misa a su gloria, realizar reuniones piadosa a su nombre...3) sólo se le puede tributar culto privado a
través de la oración personal y directa;
el acudir a médiums o espiritistas va en
contra de la Iglesia. 4) La Santa Misa se puede ofrecer sólo por su pronta
beatificación y por las intenciones de los devotos.